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CABRERA COMO PASO MIGRADOR.

"Millones de aves" migran cada año desde sus zonas de invernada hasta el lugar más adecuado para reproducirse (migración prenupcial) para luego repetir, esta vez acompañados de sus descendientes a la inversa el viaje (migración postnupcial). Pueden ser vistas surcando los cielos en sus largos arriesgados viajes, aunque muchos de ellos permanecen en el anonimato por realizarlos durante la noche. Este largo viaje "no está exento de peligros y amenazas", muchos de ellos naturales, como las barreras geográficas, la climatología, los depredadores, o la búsqueda de alimento y refugio en las zonas de descanso. Es "uno de los espectáculos más emocionantes" que ofrece la naturaleza. España presenta una ubicación "privilegiada" para observar la migración de las aves, al situarse en medio de la ruta de migración europeo-africana y por ello, millones de aves atraviesan la Península en los meses de migración y el Parque Nacional de Cabrera es un punto estratégico en la ruta del Mediterráneo Occidental. Desde hace años, las organizaciones ambientales y muy singularmente SEO/BirdLife vienen avisando que el declive de las especies migratorias es alarmante. Es urgente realizar acciones de conservación para frenar las principales amenazas que sufren muchas especies que crían en España e invernan en África. Entre los principales riesgos, se destacan el cambio climático, la degradación de hábitat y la caza ilegal , responsable de la muerte o captura de millones de aves cada año solo en nuestra ruta migratoria. Las aves transaharianas –que crían en Europa y pasan el invierno en África subsahariana- son las que están disminuyendo más rápidamente, en comparación con especies que son sedentarias o migradoras de corta distancia que invernan justamente en nuestras latitudes en la cuenca del Mar Mediterráneo. Y lo peor es que procesos parecidos se están dando en las aves migratorias de Norteamérica por lo que se trata de un problema ambiental de carácter global. En la ruta occidental del Mediterráneo, es decir, la que pasa por la península Ibérica, las causas del declive de las aves migratorias parecen centrarse en la degradación y pérdida de hábitat, y especialmente por los cambios de uso del suelo en las zonas africanas de invernada. Entre 1975 y 2000, la agricultura se ha incrementado en esta zona de África en un 57% y se calcula una pérdida anual de cerca de cinco millones de hectáreas al año de áreas naturales para convertirlas en cultivos. A ello debemos sumarle la degradación de los humedales y zonas costeras del Mediterráneo, desaparecidos en gran medida bajo los fenómenos de urbanización ocurridos en todo el litoral. El cambio climático está afectando mucho a las aves migratorias, porque se están alterando los momentos en los que se produce la eclosión de los insectos que son vitales para la alimentación de los polluelos de casi todas las aves, lo que genera -------------------------------------------------------------------------------- 1-España juega un papel fundamental en la migración de las aves puesto que buena parte de las aves migradoras de toda Europa occidental atraviesan la península dos veces al año, en primavera y otoño, y otras muchas (las denominadas presaharianas) utilizan España como área de invernada: grullas, petirrojos, pinzones, zorzales o palomas torcaces. 2-http://www.migraciondeaves.org/programa.php#metodos.php 3-Según un artículo publicado el año pasado en la prestigiosa revista científica Science, cada año se cazan o capturan ilegalmente entre 11 y 36 millones de aves solo en la región mediterránea. ---------------------------------------------------------------------------------- escasez de alimento durante la época de cría, cuando más se necesita, y una sobrepoblación de insectos cuando las aves aún no han llegado o ya se han marchado. Desde el Proyecto Marcabrera hacemos una llamada a instituciones y ciudadanos para tomar consciencia es este problema global y actuar de forma global luchando por la erradicación (denunciándolos) los delitos cometidos contra la fauna, especialmente por su caza o captura ilegal, contra la destrucción de sus hábitats, tratando de no contribuir al cambio climático, manifestando nuestra oposición a los tendidos eléctricos aéreos, a la instalación de máquinas eólicas en zonas de paso de aves y apoyando a las ONG que luchan para conservar las aves y la naturaleza, ya sea prestando nuestro tiempo como voluntarios o contribuyendo a su supervivencia económica. Las aves son unos excelentes bioindicadores de la salud del planeta y lo que a ellas les suceda debe servir de reflexión sobre el futuro de los hombres y sus necesidades de adaptación. Redacción Marcabrera